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06/02/2007
el hospicio de santa florentina recuperará su aspecto original dentro de tres meses
Hace 25 años que se iniciaron los trabajos de consolidación y conservación de «uno de los edificios más significativos de la arquitectura barroca y más emblemáticos del centro histórico de Murcia», como lo calificaron ayer el director general de Cultura, José Miguel Noguera, y el arquitecto encargado de la restauración Mariano de la Villa.
Hace 25 años que se iniciaron los trabajos de consolidación y conservación de «uno de los edificios más significativos de la arquitectura barroca y más emblemáticos del centro histórico de Murcia», como lo calificaron ayer el director general de Cultura, José Miguel Noguera, y el arquitecto encargado de la restauración Mariano de la Villa.
En el plazo de dos o tres meses quedará por fin concluida la restauración y el Hospicio de Santa Florentina, realizado bajo el auspicio del Cardenal Belluga en la segunda mitad del siglo XVIII y tutelado por la congregación de las Hijas de San Vicente Paul, recuperará su aspecto original. De autor desconocido, aunque atribuido al arquitecto murciano Martín Solera -formado en la escuela de la fachada de la Catedral y relacionado con las obras de la iglesia de San Juan de Dios-, esta construcción tiene el valor añadido de que es la única de la arquitectura civil barroca de Murcia que conserva el mismo uso desde que se construyó.
Esta edificación, que está destinada a prestar servicios docentes y asistenciales a niños abandonados y mujeres en situación de riesgo, fue sometido a tres intervenciones anteriores para frenar su deterioro: entre 1989 y 1990, la reposición de cubiertas y cornisas, que se encontraban en muy mal estado; entre 1992 y 1994, la rehabilitación integral del edificio; y, en el 2004 y el 2005, la rehabilitación de la fachada de San Nicolás por los desprendimientos que se producían.
Lugar de referencia secular
Ahora, en el plazo de tres meses, como anunció Mariano de la Villa, las fachadas de la calles Santa Teresa y Huérfanos lucirán como el primer día tras intervenir en sus zócalos, paramentos de ladrillo, estucos, portadas de piedra con hornacinas -en las que destacan las esculturas de Santa Florentina y San José, además de blasones- y carpintería de madera. Para llevar a cabo esta última fase de restauración, en la que también se incluye el altar y el coro de la capilla, se invertirán 387.000 euros, de los que 287.000 han sido aportados por Cultura y 100.000 por el Ayuntamiento de Murcia.
Con esta intervención, aprobada el pasado diciembre en Consejo de Gobierno, se pretende contribuir a mejorar la imagen urbana de la céntrica calle de Santa Teresa, así como a embellecer la principal ruta que seguirán los miles de visitantes de la exposición de Salzillo, apuntó Noguera, que añade que «vamos a conseguir que el Hospicio de Santa Florentina, donde estaba una de las puertas de la muralla de Murcia, vuelva a ser un punto con la significación urbana de referencia que ha tenido en los ocho siglos de existencia de la ciudad».
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