Talleres para facilitar la transición bilingüe en el primer curso de educación primaria

1. justificación

de la propuesta

Comienza este trabajo argumentando el porqué de la elección de esta propuesta de innovación y creyendo interesante y oportuno abordarlo en un contexto en el que poco o nada de importancia se le ha dado como es el deporte en la adolescencia. Siempre se ha tenido el concepto tradicional que relacionaba uso de aparatos electrónicos con vida sedentaria, pero el auge de las nuevas tecnologías (tablets, iPad, teléfonos móviles, mp3,…), en un nuevo momento histórico nombrado por la sociología e historia como el espectro postmoderno, suponen una facilitación de los quehaceres diarios acercando personas y lugares sin necesidad de desplazarse físicamente.

Dentro de este contexto se halla el uso de aparatos de reproducción musical, los cuales han adquirido una nueva función que es el permitir transportar un reproductor de música pequeño y fácil de manejar fuera de casa sin necesidad de insertar discos o ca-ssettes tanto en el mp3 como en los teléfonos móviles, simplemente basta con ponerte unos cascos y a seguir tu ritmo, aunque también se puede contar con altavoces en caso de ser actividad física de sala.

En lo relativo al contexto en el que abordo esta propuesta, partimos con ideas de base tradicionales que no relacionan para nada el uso de dispositivos electrónicos portátiles de reproducción musical con la práctica deportiva ya sea individual o colectiva. Del deporte se tienen conceptos asociados como desgaste físico y mental, toma de decisiones, concentración, movimiento, disciplina y sacrificio mientras que de la música se asocia un concepto más placentero, fluido, estático, festivo, distractor y pensativo.

A pesar de ello cada vez hay más disciplinas dentro de la actividad física y el deporte en las que la música es una parte indispensable como es el caso de las actividades físicas de sala de tipo aeróbico y grupales que están teniendo cada vez más demanda social como es el caso del incremento en el número de altas para centros deportivos o clases dirigidas lo que ha llevado a una mayor adherencia a la práctica deportiva. Este incremento es sobre todo de grupos de edad que hasta hace unos 40 años estaban muy obstaculizados para su acceso a la práctica deportiva en general como pueda ser el caso de la población anciana, como dicen Moreno J.A. et al. (2008): “Los principales motivos aludidos por esta población para la práctica deportiva hacen referencia a hacer ejercicio físico, mantener o mejorar la salud, divertirse y relacionarse con gente”.

Todo esto lleva a plantearse una cuestión principal relativa a si la transferencia de estas características relacionadas con la actividad física, la música y la mayor tasa de adherencia en otros grupos de edad puede ser transferido al ambiente deportivo del adolescente actual, considerando adolescencia como el periodo comprendido entre la pubertad y el inicio de la edad adulta.

Se trata de una propuesta innovadora, fuera de lo normal teniendo en cuenta que no existe ninguna propuesta tan concreta por lo que el hecho de que se introduzca la música en el contexto del instituto, tanto dentro de las clases de educación física como en coordinación con el resto de materias (música, educación audiovisual, tecnología, inglés o 2º idioma) a través de la interdisciplinariedad, otorga muchas posibilidades de actuación. Esto es debido a que la música en mayor o menor medida se considera un elemento en común a todos los adolescentes, a la mayoría les gusta escuchar música, como queda claro en una encuesta realizada y que queda plasmada en el apartado siguiente por lo que aprovechando esa tendencia y el gusto de los jóvenes por un tipo de música determinado puede fortalecer determinadas relaciones positivas y aumentar el número de estas a través de la práctica de bailes, danzas y música.

Como se dice en un estudio llevado a cabo por parte del a facultad de psicología de la Universidad Antonio Nariño en Cúcuta (Colombia) en 2006 “los miembros del grupo actúan siguiendo estas creencias. En los grupos en los cuales, el elemento de unión, es la música, las creencias se generan a partir de ella. Ella es la que determina la forma de vestirse, de peinarse, de moverse, la forma de hablar. Este conjunto de creencias construye la identidad de ese grupo de pertenencia”. El instituto es un lugar donde conviven muchas personas de lunes a viernes por lo que puede suponer un nexo de unión para muchas pero también un riesgo en cuanto a confrontaciones para otras, de lo que se trata es de que por medio de la participación en actividades de carácter musical y deportivo se conozcan mejor entre ellos, cooperen y acepten sus limitaciones contribuyendo a una mejora de las conductas sociales entre compañeros, es evidente que cuanto más tiempo pasen así menos tiempo estarán expuestos a peleas e insultos.