¿Os parece complicado eso de las coordenadas geográficas? Veréis como no. Para situar un lugar en el mundo hay que dar dos números llamados latitud y longitud. La latitud nos dice cuánto al Norte o al Sur nos encontramos y la longitud cuánto al Este u Oeste. El origen de referencia para la latitud es el ecuador terrestre y para la longitud es un meridiano llamado IRM que pasa por el municipio de Greenwich (Londres).
Por ejemplo, el instituto de Fortuna se encuentra a 38,184483º al Norte del ecuador y a 1,131864º al Oeste del IRM. Y lo podéis comprobar en maps.google.es escribiendo, en vez de la dirección del instituto, simplemente lo siguiente:
38.184483, –1.131864
Daos cuenta que primero se escribe la latitud (con un punto para indicar los decimales) y después, tras una coma, la longitud. ¿Y el signo –? Bueno, pues se utiliza el convenio de poner un signo – cuando se trata de latitud Sur o de longitud Oeste (como en este caso), mientras que no se pone signo ni para el Norte ni para el Este.
¿A que ahora está más claro? Así que, si en vuestra ruta matemática por el mundo estáis, por ejemplo, en el lugar de coordenadas (30,–2), que podéis ver que se encuentra en Argelia, y os toca desplazaros 28º hacia el Este, pues entonces acabaréis volando al punto (30,26), porque –2+28=26, que se encuentra en el país de… ¡exacto!
Y... casi casi que estas son las únicas cuentas que vamos a hacer en La vuelta matemática al Mundo. (¿Estáis ya en Egipto?)