Casi treinta años han transcurrido desde aquel histórico 9 de junio de 1982 en que los murcianos decidimos libremente dotarnos de un Estatuto de Autonomía. De gobernarnos por una Norma Fundamental elaborada de acuerdo a nuestra realidad concreta, con el propósito de promover una acción política más eficaz y próxima al ciudadano en el marco territorial de nuestra entonces flamante Comunidad Autónoma.
Un período de tiempo que, si lo extrapolásemos al desarrollo de un cuerpo humano, se correspondería con su plenitud física e intelectual. Lo mismo podemos decir de ese Estatuto nuestro, cuya aprobación conmemoramos hoy los murcianos en nuestro Día de la Región. Un texto legal que se acerca a la treintena con vigor y una demostrada capacidad de respuesta a las demandas y necesidades de la sociedad murciana, como han puesto de relieve sus tres reformas y esa cuarta que se está ultimando. Reformas fruto del consenso y que han permitido que la Región de Murcia, de la mano de su Estatuto, fuera creciendo en competencias y autogobierno; en capacidad de ofrecer un mayor bienestar, progreso y desarrollo a las gentes de nuestra tierra.
Y todo ello, sin caer en tentaciones egoístas de primar nuestros intereses a costa del resto de regiones españolas, sino, todo lo contrario, contribuyendo al progreso y desarrollo de esa gran nación que es España de la que con orgullo nos proclamamos parte. Gracias a los poderes que nos ha otorgado nuestro Estatuto de Autonomía, los murcianos llevamos casi treinta años haciendo Región dentro de España, sin confrontaciones ni deslealtades, buscando un desarrollo armónico, solidario y equilibrado de todos los territorios que conforman nuestro Estado de las Autonomías.
Porque, si algo pone de manifiesto todo este proceso de crecimiento que hoy celebramos es la inmensa fuerza, la gran fortaleza que como pueblo nos confiere la unidad, y más en circunstancias tan duras como las que actualmente tenemos que afrontar. ‘Todos para una’, reza el lema elegido este año para celebrar una jornada tan señalada como es el 9 de junio. Es esa unión, y la confianza en nuestra capacidad para salir adelante, lo que nos ha permitido a los murcianos plantar cara a la crisis, a costa de muchos sacrificios por parte de todos. El Gobierno regional fue pionero a nivel nacional en la adopción de medidas con que paliar las graves dificultades que lastran a la economía española. Nuestros sucesivos planes de austeridad han permitido importantes ahorros sin merma alguna de la eficacia en nuestra acción de Gobierno.
Pero poco podríamos lograr desde la Administración regional si no contáramos con el respaldo de una sociedad como la murciana, entre cuyas muchas virtudes destacan su valentía y tenacidad frente las dificultades, su carácter emprendedor y su rebeldía ante aquello que considera una injusticia.
Un pueblo que se ha volcado especialmente este año en la defensa de la continuidad, sin fechas de caducidad, de una infraestructura tan esencial para su presente y su futuro como el Trasvase Tajo-Segura. Una vez más, la unión de los murcianos en torno a una causa justa hizo la fuerza, y el sentido común y los principios inviolables de la Constitución Española se impusieran, sin paliativos, a las apetencias injustificadas e injustificables de quienes se arrogan como propios derechos y recursos naturales cuya titularidad es de todos los españoles.
Esa misma fortaleza y determinación es la que debemos aplicar los murcianos a la que constituye, en el momento presente, nuestra máxima prioridad como Gobierno regional y como sociedad, y que no es otra que la creación de más y mejor empleo. Un objetivo irrenunciable que exigirá lo mejor de todos nosotros para hacerse realidad, y para cuya consecución contamos con la ventaja que nos confiere nuestra unión como pueblo y el firme compromiso de construir entre todos esa Región de paz, libertad y prosperidad que los murcianos se merecen.
Ramón Luis Valcárcel Siso Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia