Yo me vacuno Ayuda DANA. Nuestros vecinos nos necesitan
Contenido principal

Presidente

El espíritu de Lorca para vencer a la crisis (20/02/2012)

Se cumplen ya más de tres décadas desde que El Nuevo Lunes aportara nuevos aires y un punto de vista diferente al competitivo y cambiante panorama de los medios nacionales escritos; rasgos que han otorgado al semanario un sello distintivo, una voz y un estilo propios, a la hora de informar. Treinta y un años después, la veterana publicación mantiene su compromiso con los lectores tan intacto como el primer día, apostando por temas siempre al filo de la actualidad en aquellas cuestiones fundamentales que más inciden en la vida de los ciudadanos españoles, desde la política y la economía a los movimientos sociales o el avance de las nuevas tecnologías.

En esta ocasión, el gran asunto de debate que se nos propone, en el que tengo el honor de participar con estas líneas, gira en torno al escenario económico global que augura este año 2012 recién estrenado, con tantos cambios en el horizonte y tan plagado de incógnitas como de oportunidades, en lo que atañe al presente y el futuro de España, del resto de Europa y del mundo.

Tras el cambio de Gobierno de la mano de la victoria del Partido Popular en las últimas Elecciones Generales, afrontamos unos meses decisivos en los que se han de fijar, con valentía pero también con extremado realismo y rigor, las líneas maestras de la acción política y económica sobre las que se habrán de sentar las bases para dejar atrás la crisis e iniciar la tan ansiada recuperación. Recuperación que pasa, necesariamente, por la urgente y masiva creación de empleo. Cierto que nuestra nación no es ajena a los problemas que afectan a otros estados miembros de la Zona Euro, ni a la evolución de los mercados financieros en temas como los de nuestra deuda externa, que tanto han condicionado la situación española, como tampoco es inmune a las tensiones de nuestro mercado laboral motivadas por una alta tasa de desempleados que, desde el inicio de la crisis, condiciona decisivamente en todas las iniciativas destinadas a retomar la senda del crecimiento y la generación de puestos de trabajo.

En lo que se refiere al desempleo, la economía española está siendo víctima de unas cifras de paro desconocidas desde hace más de 15 años, a la cabeza de Europa. Invertir esta tendencia tan negativa, y dar un vuelco a la situación, debe ser el primer objetivo de todas las administraciones públicas y de los agentes sociales. El desafío común en el que ha de tomar parte el conjunto de la sociedad española. La Región de Murcia no es ajena a esta tendencia, que se agrava aún más en nuestra Comunidad Autónoma debido a los catastróficos daños sufridos por la ciudad de Lorca en los terremotos del pasado 11 de mayo, que tanto han afectado a sus sectores productivo, comercial y de servicios, así como al rico patrimonio artístico-cultural y urbano de la ciudad.

Desde aquella trágica tarde, el coraje y el espíritu de lucha tan solidario que testimonian a diario los lorquinos para continuar con sus vidas y contribuir a la total rehabilitación de sus ciudad constituye un magnífico ejemplo, tanto para el resto de murcianos como para el conjunto de los españoles, a la hora de plantar cara a las mayores dificultades en circunstancias tan complicadas como las actuales.

Cada día, las gentes de Lorca nos dan una lección de lo que podría calificarse, sin caer en la hipérbole, de verdadero heroísmo cotidiano. Una humilde y silenciosa hazaña de la que todos debemos aprender, que refleja la firme determinación que anida en todos y cada uno de los vecinos para devolver a su maltrecha ciudad a la situación previa a los seísmos.

Sin embargo, de la misma manera que desde las administraciones central, local y autonómica estamos promoviendo la definitiva y urgente ejecución del llamado Plan Lorca, en el que se detallan las actuaciones necesarias para restituir al municipio los daños materiales y económicos causados por los terremotos, y que cuenta con el respaldo del Gobierno y el apoyo explícito y unánime del Congreso de los Diputados, también se necesita algo más que buenos propósitos y ejemplos de valor ciudadano para impulsar los importantes cambios y reformas a nivel nacional, europeo, e incluso mundial, que demanda la actual crisis.

Consenso como instrumento frente a la crisis

En lo que a España se refiere, resulta, pues, inexcusable aprobar y llevar a la práctica nuevas políticas que sean fruto del consenso, de un sincero compromiso en pro de la austeridad, el rigor y el control del déficit público; medidas de hondo calado orientadas a la creación de empleo como gran prioridad.

Un consenso que conocemos bien en la Región de Murcia, como el principio articulador de aquellas políticas de mayor repercusión sobre la ciudadanía, que necesitan del diálogo y el acuerdo entre las partes para ser realmente eficaces. Así lo atestigua la reciente firma entre el Gobierno autonómico murciano y los agentes sociales regionales del Acuerdo Marco para el Crecimiento Económico y la Creación de Empleo en la Región de Murcia, que supone una ambiciosa apuesta fruto del compromiso de toda la sociedad murciana unida contra la crisis y sus perniciosos efectos.

Entre los objetivos y prioridades del mencionado acuerdo figuran las de potenciar la cultura del esfuerzo, el compromiso y la suma de voluntades como puntos de partida desde los que impulsar la competitividad del tejido productivo y del progreso social en la Región de Murcia. Un esquema que bien se puede extrapolar al conjunto de España y de la Unión Europea a la hora de buscar soluciones al difícil marco actual.

Medidas que han de ir respaldadas por una política de estabilidad presupuestaria que permita una evolución razonable y sostenible del gasto público, así como por la revisión en profundidad del sistema de financiación autonómica, como venimos reclamando desde la Región de Murcia, para que se garantice la igualdad de trato de las distintas Comunidades Autónomas, la cobertura del coste efectivo de prestación de los servicios y la atención adecuada de los aumentos de población e inmigración. Y todo ello partiendo de la estricta aplicación del principio de lealtad institucional entre todas las administraciones, hoy más necesario que nunca para evitar incurrir en discriminaciones injustas.

Compromiso solidario y generosidad

Pero todos estos esfuerzos por dejar atrás la crisis caerán en saco roto a medio y largo plazo, si no se sustentan en otro de los pilares decisivos de cara al futuro como es la mejora de la Educación y de la I+D+i en España, de tanta importancia como las medidas fiscales, las decisiones legislativas o la estabilidad y austeridad presupuestarias. Necesitamos profesionales más y mejor formados si hemos de competir con los países de nuestro entorno, aunque ello implique grandes cambios en nuestro tradicional modelo social y productivo.

En ese ámbito, en la Región de Murcia contamos con un importante proyecto nacido con vocación de ser un referente internacional en la cuenca mediterránea: el Campus Mare Nostrum. Fruto de la colaboración entre nuestras universidades públicas de Murcia y Politécnica de Cartagena, promueve un desarrollo productivo sostenible, la cohesión territorial, la modernización y la innovación; aspectos todos ellos aplicables también al contexto europeo y global como las pautas a seguir en el futuro.

Todas estas iniciativas, aun enmarcadas en escenarios de austeridad y recortes debidos al imperativo rigor presupuestario a los que se ve obligado el Estado español, deben ser compatibles con una premisa tan fundamental como innegociable, al menos por parte del Gobierno regional de Murcia, como es el mantenimiento de nuestras políticas sociales por encima de cualquier otra consideración, y así se ha recogido también en nuestros presupuestos autonómicos de estos últimos años.

Estos años de crisis económica y destrucción de empleo, en la Comunidad de Murcia hemos atendido, pese a todo, las necesidades de los ciudadanos, construyendo tres grandes hospitales, 32 nuevos centros sanitarios y otros 25 educativos. Infraestructuras necesarias para la prestación de unos servicios a los murcianos que en nada desmerecen a los que reciben el resto de españoles, aun a costa de un sistema de financiación autonómica que no reconoce como debiera nuestra verdadera realidad demográfica.

Esa igualdad con el resto de españoles que desde la Región de Murcia reclamamos con mayor insistencia, si cabe, para los vecinos de Lorca, quienes han visto truncados su presente y su futuro, pero que cada día nos dan a todos un ejemplo de coraje y de valor. Encomiable testimonio de esperanza y de lucha contra la adversidad, que merece ser correspondido con la máxima equidad y justicia, empleando todos los recursos a disposición del Estado, para devolver a la ciudad a la normal existencia truncada por los terremotos, y que debe marcarnos el camino de cómo, partiendo del compromiso solidario, del esfuerzo colectivo y la generosidad que ya ha exhibido antes una nación como la nuestra, es posible vencer a cualquier crisis por profunda que ésta sea.

 

Ramón Luis Valcárcel Siso
Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia

(Publicado en el semanario El Nuevo Lunes)