Hace un año ya. Un año, como saben los vecinos de Lorca mejor que nadie, desde que su ciudad fuera asolada por sendos terremotos. Aquel fatídico 11 de mayo de 2011 está grabado de manera imborrable en la memoria colectiva de los lorquinos, y de todos los habitantes de la Región de Murcia, como una de las más terribles tragedias en la reciente historia de España.
Una catástrofe que causó nueve víctimas mortales, centenares de heridos y gravísimos daños en el monumental patrimonio urbanístico y cultural de Lorca, pero que, a la vez, puso de manifiesto la rápida y eficaz respuesta de los servicios de emergencia así como la leal colaboración entre las tres administraciones implicadas: la estatal, la autonómica y la local, e hizo aflorar entre todos los murcianos -y en muchísimos españoles- una gran oleada de solidaridad ante el duro trance que se vieron obligados a afrontar los golpeados por los temblores de tierra.
En cuanto cesó la furia devastadora de los seísmos, comenzó el ingente desafío que supuso prestar atención a los miles de afectados, comprobar y catalogar en tiempo récord el estado en que se encontraban los numerosos inmuebles y edificios históricos siniestrados, realojar a quienes se vieron obligados a abandonar sus hogares y reubicar a los pacientes y alumnos a causa de los daños sufridos por hospitales y centros educativos.
Fueron jornadas muy duras y terriblemente complicadas desde el punto de vista humano, especialmente para quienes habían perdido a sus seres queridos y para aquellos que vieron resquebrajarse sus viviendas o esfumarse su medio de ganarse la vida. Días en los que garantizar el bienestar de las personas constituyó la gran prioridad de las autoridades.
Afrontamos entonces un reto colosal que, dada la magnitud de la catástrofe, sin precedentes en nuestra Región, sólo pudo ser superado gracias a la entrega, el empeño y la generosidad de que siempre hicieron gala los profesionales y voluntarios presentes en Lorca, todo ello reforzado por el gran civismo, coraje y fortaleza frente a la adversidad que demostraron -y aún hoy siguen demostrando- los lorquinos.
Ante la emergencia de la situación, la Comunidad Autónoma de Murcia y el Ayuntamiento elaboraron con la mayor premura un plan que recogiese todas las medidas necesarias para devolver a la ciudad de Lorca y a sus habitantes al estado anterior a los terremotos. Fue el denominado Plan Lorca, que a pesar de contar con el respaldo unánime de los grupos políticos del Parlamento español, no fue dotado por el anterior Gobierno de la nación de la forma adecuada para hacer realidad sus postulados.
Afortunadamente, la situación es, a día de hoy, radicalmente distinta gracias al firme compromiso con Lorca manifestado y, lo que es más importante, expresado y explicitado por el Gobierno que preside Mariano Rajoy. Contrariamente a lo sucedido con las partidas presupuestarias asignadas en 2011, insuficientes y cicateras ante una catástrofe de tal magnitud, el recién aprobado Real Decreto-ley 11/2012, de 30 de marzo, reconoce al fin que la completa y total rehabilitación de Lorca es una cuestión de Estado. La nueva disposición legal garantiza, asimismo, que las ayudas destinadas al municipio serán satisfechas con la mayor celeridad posible y cumplirán con la función de solidaridad y justicia que las inspiraron, además de favorecer la reconstrucción de la ciudad e impulsar la actividad económica y la creación de empleo.
Para ello, se ha instrumentado, con carácter excepcional, un procedimiento de pago a beneficiarios, mediante el abono por las entidades financieras con sede en Lorca, y previo convenio con el Instituto de Crédito Oficial, que va a permitir que lleguen de manera urgente 230 millones de euros en ayudas a los perjudicados, y se contemplan también medidas correctoras de índole fiscal para reducir la carga tributaria de los ciudadanos de Lorca.
Son iniciativas que han de complementarse con la inmediata puesta en marcha de un plan de estímulo económico y comercial para el municipio, que propicie, más allá de su reconstrucción urbanística y monumental, el total restablecimiento de la actividad económica y la creación de empleo.
Estos días, más que nunca, Lorca ocupa un espacio primordial en el corazón de todos los murcianos y del resto de españoles, plenamente conscientes de lo mucho que aún queda por hacer para levantar la ciudad y cerrar esas profundas heridas que tanto la afligen. Contamos para ello con un inmejorable ejemplo a seguir, como es la lección de heroísmo ciudadano y sensatez que a diario nos ofrecen sus vecinos. Esos mismos lorquinos que contagian al resto de la Región de Murcia su fuerza y sus ganas de salir adelante, su ilusión y esperanza por recuperar las vidas que la incontrolada acción de la naturaleza les arrebató tan injustamente. Aquellos que, desde hace un año, protagonizan la mejor noticia del día: que Lorca, inasequible al desaliento pese a tanto dolor padecido, vive.
Ramón Luis Valcárcel Siso Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia
