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Los mejores activos contra la crisis (09/06/2013)
En estos momentos tan arduos por los que pasa hoy España, cuando nuestra nación lucha por superar la más grave crisis económica de su historia reciente, resulta, paradójicamente, bien fácil encontrar no diez ni cien, sino mil motivos y razones por los que sentir orgullo de ser español.
Si lo que define la grandeza de un pueblo ante la Historia es su respuesta ante las peores adversidades, a nadie ha de sorprender que los españoles podamos hoy alzar bien alto la cabeza ante la continua demostración de civismo y sentido común que ofrecen cada día la gran mayoría de nuestros ciudadanos, a pesar de afrontar una situación económica que puede incitar a la desesperanza dada su crudeza.
El patriotismo no consiste únicamente en la devoción por una bandera, una lengua, un himno o la tierra en la que se ha nacido o se habita. Es un concepto más amplio que abarca en sí mismo otros como la generosidad, la altura de miras, el trabajo en común, la solidaridad, el apoyo a quien más lo necesita, la búsqueda de soluciones compartidas, la construcción de un futuro mejor y sin hipotecas para las siguientes generaciones… Todo ello también es patriotismo, y de todo ello están dando muestras sobradas los españoles, y, como parte integrante de ellos, también los murcianos, desde que diera comienzo esta crisis.
Todos han puesto muchísimo de su parte para poder superar definitivamente este período tan negativo y retomar, cuanto antes, la senda del crecimiento económico y de la creación de empleo. Con su abnegado sacrificio y ejemplar templanza, el pueblo español está dado una lección diaria de heroísmo y ha contribuido decisivamente a evitar los peores augurios que se cernían sobre nuestra nación, profetizando como algo inevitable el colapso financiero e institucional de España. Esta admirable actitud ha abierto una ventana, esperemos que cada vez más amplia, hacia esa definitiva y ansiada recuperación por la que estamos trabajando sin descanso, y supone otro motivo más para estar orgulloso de ser y sentirse español y, por supuesto, murciano.
En esa misma línea, nuestra Región es partícipe y beneficiaria de otra de las grandes razones que justifican esta sensación de legítimo orgullo y que representa uno de los mayores ejercicios de solidaridad interterritorial dentro de nuestras fronteras y a nivel europeo, como es ese trasvase Tajo-Segura del que acabamos de conmemorar el trigésimo quinto aniversario de su puesta en funcionamiento.
Una obra cuya grandeza reside, más que en su complejidad técnica, en aquellos fines para los que se construyó, por ser la mejor demostración de lo importante que resulta poder compartir y redistribuir unos recursos esenciales cuyo uso y disfrute pertenecen a todos los españoles.
El máximo aprovechamiento del agua, la depuración del total de caudales residuales y su elevado índice de reutilización, la alta inversión tecnológica y unas apropiadas condiciones climáticas son los aspectos clave que hacen de la murciana una de las agriculturas más avanzadas del mundo, a pesar de consumir sólo el 3% del total de los recursos hídricos de España.
En 2012, el sector agroalimentario supuso el 55% de todas nuestras exportaciones regionales y el 10% de las exportaciones agroalimentarias nacionales, situando a la Región de Murcia como la segunda comunidad autónoma en este capítulo. Sólidos argumentos que justifican que nuestras explotaciones hortofrutícolas estén consideradas como la auténtica despensa de Europa. Un sector productivo que, por su carácter tan competitivo y especializado constituye, además, un pilar básico de nuestro crecimiento económico, equivalente al 4,6% del PIB regional y a un índice de empleo agrario del 9,7%.
Pero nuestra Región no sólo es líder en lo que a agricultura e industria alimentaria se refiere. Gracias a un clima y un medio natural privilegiados, a una riqueza patrimonial y cultural que abarca milenios, y a nuestra completa red de infraestructuras, que hace de Murcia la cuarta región española mejor vertebrada en cuanto a sus comunicaciones terrestres, disponemos de una importante industria turística cada vez mejor adaptada a las nuevas demandas del sector.
La Región de Murcia es, asimismo, un verdadero polo energético a nivel nacional, condición que se ve reforzada con nuestra decidida apuesta por las energías renovables. Y es también el destino de importantes capitales nacionales y extranjeros, tal y como testimonia la ampliación de la planta de Repsol en el Valle de Escombreras, la mayor inversión industrial de la historia de España.
Una prueba más del dinamismo y marcado carácter emprendedor de nuestro sector empresarial, que apuesta por la internacionalización y por la I+D+i para ganar en competitividad y cuota de mercado más allá de nuestras fronteras, y que tiene en la Economía Social y el cooperativismo uno de sus modelos clave para generar riqueza y empleo.
Queda, pues, demostrado que en España, y en sus comunidades autónomas, provincias y municipios también se saben hacer bien las cosas; que no todo ha de ser negativo, ni ineficaz, ni insostenible. Y que contamos con excelentes activos para superar, de una vez por todas, esta grave situación: un capital humano de primer orden, una sociedad libre y democrática que demuestra día a día su solidaridad y generosidad con aquellos a quienes peor trata la crisis, y la inquebrantable voluntad de todos los españoles, y por extensión, de los murcianos, por dejar atrás los malos tiempos y construir entre todos un presente y un futuro marcados por la prosperidad y la esperanza. Esa España y esa Región de Murcia, en definitiva, de las que resulta imposible no sentirse orgulloso.
Ramón Luis Valcárcel Siso
Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia
(Publicado en "ABC")