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Presidente

Tiempo de ilusiones renovadas (9-06-2014)

Los murcianos conmemoramos hoy los 32 años transcurridos desde la aprobación de nuestro Estatuto de Autonomía; más de tres décadas de un periodo clave de nuestra historia común, durante el cual hemos construido entre todos una Región de Murcia que dista mucho, y para mejor, de aquella incipiente Comunidad Autónoma que en junio de 1982 comenzaba su andadura como un nuevo modelo de representación política y territorial cargado de tantas incertidumbres como de ilusiones y esperanzas.

Un camino que hemos recorrido junto al gran artífice de esa España constitucional, moderna y democrática sobre cuyos principios y valores se asientan nuestra convivencia y el funcionamiento de las instituciones que nos representan, Su Majestad el rey don Juan Carlos, con quien nuestra nación mantiene una permanente deuda de gratitud por la manera en que ha ejercido durante su reinado la más alta representación del Estado, anteponiendo a cualquier reivindicación interesada o partidista el bienestar, el entendimiento y la fraternidad entre todos los españoles.

En el Rey ha tenido siempre la Región de Murcia un amigo, especialmente en los momentos más duros y difíciles que nos ha tocado vivir a lo largo de estas más de tres décadas de experiencia autonómica. Ahora que cede el testigo a su hijo al frente de la Jefatura del Estado, no me cabe ninguna duda de que don Felipe será un digno sucesor de su padre, y que continuaremos trabajando juntos en favor del progreso y bienestar de todos los murcianos y del conjunto de España.

Pero si es de justicia agradecerle a don Juan Carlos su impagable labor, corresponde igualmente mostrar nuestra profunda gratitud y respeto a quien durante 19 años, desde su cargo como presidente de la Comunidad Autónoma, no ha escatimado dedicación ni esfuerzos en hacer realidad una Región de Murcia mejor en todos los sentidos: más justa y solidaria, más próspera y mejor preparada para construir el presente y afrontar el futuro. Es mucho lo que la Región de Murcia debe a Ramón Luis Valcárcel, a su capacidad de liderazgo y de entender la política como un instrumento transformador y de progreso.

A pesar de la crisis, y de la que es su peor consecuencia, una elevada tasa de desempleo cuya reducción a unos límites asumibles constituye la principal preocupación y el gran objetivo de mi Gobierno, nadie podrá negar que el gran avance que hemos experimentado a lo largo de este período constituye uno de los capítulos más brillantes de nuestra historia. Ni que la Región de Murcia ha sabido traducir en crecimiento y desarrollo tanto las competencias de las que sucesivamente se ha ido dotando como las capacidades legislativas y de gobierno que su Estatuto de Autonomía le confiere. En un mayor número de autovías y hospitales, de centros educativos y universitarios, en más atención a las personas y colectivos en situación de necesidad y una mayor cercanía de las instituciones respecto de los ciudadanos.

Sin embargo, aunque sea mucho lo conseguido desde junio de 1982, y comencemos ya a apreciar los primeros síntomas de recuperación de la crisis, todavía nos quedan arduos desafíos que vencer. Disponemos para ello de un instrumento único como el Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, pero que no es suficiente por sí mismo. Si de verdad queremos tener éxito, hemos de hacer cuanto esté en nuestra mano por recuperar aquel espíritu de concordia, generosidad y consenso fruto del cual nació nuestra gran norma autonómica.

Es hora, por tanto, de volver a abrir un tiempo de optimismo e ilusiones renovadas; esas mismas ilusiones con las que, hace casi dos meses, asumí la responsabilidad de presidir el Gobierno de nuestra Región. Y con ella, adquirí también un compromiso con todos los murcianos, fundamentado en tres claros objetivos sobre los que estamos trabajando para ofrecerles las soluciones reales y eficaces que aquellos nos demandan: la lucha contra el paro mediante la creación de empleo, la estabilidad presupuestaria y una mayor participación ciudadana en nuestra acción política.

Alberto Garre López

Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia