Concluye la instalación de ocho boyas oceanográficas en el Mar Menor para recoger y analizar los datos en el gemelo digital
Las boyas están estacionadas en el fondo marino y ascienden cuatro veces al día para enviar medidas como la temperatura, oxígeno, clorofila y conductividad a diferentes profundidades y conocer a tiempo real las condiciones de la laguna
El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Universidades, muestra una de las boyas de monitorización que hay en el Mar Menor.
Concluye la instalación de ocho boyas oceanográficas en el Mar Menor para recoger y analizar los datos en el gemelo digital, con la incorporación de las últimas cuatro colocadas recientemente. Éstas se suman a las otras cuatro que se instalaron en la primera fase y que integran la red de monitorización y seguimiento del agua.
Así lo manifestó el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, durante la visita para comprobar una de las últimas boyas instaladas. Especificó que, a través de sensores, “miden de forma permanente la conductividad, temperatura, oxígeno disuelto y clorofila a diferentes cotas de profundidad, enviando los datos de forma inalámbrica y remota”.
Vázquez explicó que “todos estos datos son remitidos al gemelo digital del Mar Menor para que, aplicando los algoritmos y la inteligencia artificial, se pueda predecir los parámetros de oxígeno y clorofila a una semana vista, evaluar las medidas implementadas o anticipar posibles soluciones ante una situación de crisis”.
El titular de Medio Ambiente aseguró que “hemos aumentado las tomas de muestras, la incorporación de sensores de última generación, tecnología de transmisión de información en tiempo real y un sistema de análisis de datos que usa inteligencia artificial, que será capaz de crear predicciones”.
Las boyas están estacionadas en el fondo y ascienden de forma automática para registrar medidas a diferentes profundidades dependiendo de la cota. La frecuencia de ascenso a superficie es de cuatro veces al día. Los datos obtenidos son procesados por el personal científico del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), a través del gemelo digital, que integra los datos y mediciones como las realizadas en niveles piezométricos en pozos, condiciones de humedad y salinidad del suelo, así como los datos obtenidos de las estaciones agrometeorológicas o las tomadas por diferentes satélites de alta resolución.
Este control se complementa con la medición semanal del oxígeno en el litoral del ecosistema que realiza el equipo técnico del Imida, así como con el análisis de los parámetros en 21 estaciones de control, lo que permite conocer la evolución de los datos medios.
Además de las ocho boyas que están funcionando en el agua, se cuenta con otras cuatro para sustituir a las sumergidas cuando sea preciso retirarlas para labores de mantenimiento. Las mismas han sido desarrolladas por científicos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
Para la fabricación de equipos y posterior mantenimiento, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental invierte 190.000 euros (100.000 euros de coste de fabricación y equipos y 90.000 euros en trabajos de mantenimiento en los dos años de funcionamiento).
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Categoría nota prensa:
Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor