
Uno de los graves problemas que nos estamos encontrando en los colegios y centros de enseñanza media es el abuso de gominolas, junto a otros dulces industriales. Desde las iniciativas llevadas a cabo por parte de la Consejería de Educación, dentro del plan de Educación para la Salud en la Escuela, con el objetivo de eliminar este tipo de sustancias de las cantinas de los centros, la problemática continua, ya que aparecen portados por los discentes desde casa. El problema es muy complejo, pero lo que sí que está claro es que repercute muy negativamente en la salud presente y futura del alumnado. La siguiente experiencia permite visualizar -in situ- el alto poder energético que almacenan los azúcares presentes en estos mal llamados “alimentos”.

- Lo más importante de esta experiencia es un reactivo que es utilizado a modo de abono químico, el clorato potásico (KClO3).
- Tubo de ensayo.
- Pinzas de madera de las empleadas para colgar la ropa.
- Gominas o caramelos.
- Mechero.

Lo primero que tenemos que entender de esta experiencia es que es una reacción muy explosiva, por lo que las cantidades a utilizar deben ser muy pequeñas. Durante muchos años hemos utilizado la siguiente metodología:
- Coger una cucharita de postre y tomar la cantidad que cabe en la punta de la misma con la sal potásica (KClO3).
- Vertemos el clorato potásico en el tubo de ensayo y calentamos en el mechero con la ayuda de una pinza de madera, pasando de estado sólido a líquido. De esta manera, lo que estamos llevando a cabo es la activación del clorato potásico para la emisión de oxígeno (ver reacción posterior).
- Finalmente, vertemos en el interior del tubo la cabecita de un osito de gominola (más que suficiente) y lo separamos rápidamente de nuestro cuerpo.


La reacción es espectacular, ya que se desprende muchísima energía (figura 23). Para los amantes de la química les pasamos las reacciones que se producen en esta experiencia:
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En primer lugar, la activación del clorato potásico, donde:
2KClO3 ➜ 2KCl + 3O2
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Combustión espontánea de la sacarosa presente en la composición química de la gominola:
C12H22O11 + 12O2 ➜ 12CO2 + 11H2O + H = -5645 kJ/mol
Ambas reacciones se retroalimentan, donde el calor producido en la reacción 2ª hace que la 1ª se acelere, creándose más oxígeno que alimenta aún más la combustión de la sacarosa.
