APaco Rabal siempre le atrajeron las actividades sociales para ayudar a los demás y tenía muy en cuenta el analfabetismo de la gente pobre, como sus padres. Por eso se incorporó a un grupo de teatro popular que actuaba en cualquier rincón de Madrid, y en otras provincias y pueblos, a precios muy bajos para que todo el mundo tuviera la oportunidad de ver espectáculos teatrales.