Piano Complementario I. Material auxiliar · Parte 1: Escalas y Armonía • Gustavo Moreno Muñoz · Francisco Cánovas Muñoz · Gregorio Benítez Suárez
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Armonía

El apartado armónico posiblemente sea el más novedoso de todos los que integran la estructura de este libro. Aunque muchos de los conceptos te resultarán familiares de la asignatura de Lenguaje Musical, lo cierto es que hasta 3º de EE.PP. no tendrás propiamente una materia dedicada al estudio de la armonía. No obstante, la asignatura de Piano Complementario se muestra como una herramienta muy útil para refrescar conceptos armónicos ya asimilados, así como para introducir —a nivel muy básico— información que te será muy provechosa para el estudio de esta materia en cursos posteriores.

Antes de adentrarnos en el estudio de los enlaces de las funciones tonales básicas, sería conveniente explicar la distribución de notas en el pentagrama que realizaremos en cada acorde. Así, ahora que estamos comenzando, realizaremos una distribución de tres notas en la mano derecha (escritas en clave de Sol) y una nota en la mano izquierda (en clave de Fa), quedando el siguiente resultado:

Piano complementario. Parte I.

Las letras que acompañan en el ejemplo a cada una de las notas que conforman al acorde hacen referencia al nombre que reciben las mismas según su tesitura. Así, la nota más aguda (S) se denomina soprano, la segunda más aguda (C) es la contralto, la siguiente (T) es tenor, y la más grave del acorde (B) es siempre el bajo. Acostúmbrate, a partir de ahora, a utilizar el término “voces” para referirte a las notas de un acorde según la tesitura que ocupen. Igualmente, y a fin de evitar confusión en el futuro, observarás cómo en la asignatura de Armonía la distribución de voces se hará diferente, utilizando las voces más agudas o voces femeninas (soprano y contralto) en el pentagrama de arriba, y las voces más graves o masculinas (tenor y bajo) en el pentagrama inferior. Del mismo modo, en el caso de la asignatura de armonía tendrás que tener en cuenta la tesitura de cada voz y el registro de la misma, aunque no trataremos este aspecto al enfocar la armonía desde una óptica instrumental, eliminando cualquier limitación de registro que pudiera tener la voz humana.

Así pues, una vez explicadas estas consideraciones, nos centraremos en conceptos muy relevantes para comprender el funcionamiento de la armonía.

Recordarás que, en la escala, cada grado recibía un nombre. Así, el primer grado también se denomina Tónica, el quinto grado Dominante y el cuarto Subdominante. Con los grados de la escala ocurre lo mismo que con las piezas del ajedrez, es decir, que cada grado posee una mayor o menor importancia. Por ejemplo, la Tónica sería la pieza del rey, al ser el grado más importante de toda la escala. En cierta manera, la Tónica funciona como un imán que atrae al resto de grados o una estrella como el Sol sobre el que orbitan una serie de planetas. El segundo grado más importante, o la pieza de la reina; sería la Dominante, que es un grado que posee una especial atracción por la Tónica. Fuera de estos dos grados también tenemos otros grados importantes, aunque en menor nivel que los anteriores; estaríamos hablando de las Subdominantes equivalente al caballo, el alfil o la torre en el juego del ajedrez. Si observas, no hemos hablado de una única Subdominante, como sería el cuarto grado, sino de Subdominantes en plural, porque otros grados como el segundo o el sexto también poseen función de Subdominante. Sin embargo, para este primer curso de Piano Complementario nos serviremos exclusivamente de los tres grados principales: Tónica Dominante y Subdominante o lo que es lo mismo, I, V y IV.

A continuación, procederemos a utilizar el cifrado funcional, o lo que es lo mismo, nombrar a cada grado por la función que desempeñe. Por ello, no emplearemos el “I” para referirnos al primer grado, sino la “T” de Tónica, “D” para la Dominante y “S” para la Subdominante, aunque tu profesor/a puede utilizar otro tipo de cifrado (I, V y IV) sin que esto suponga que esté equivocado o plantee ninguna contradicción con los contenidos explicados.

En la tonalidad de Do Mayor la Tónica, Subdominante y Dominante serían los siguientes acordes:

Piano complementario. Parte I.

Observa cómo estos acordes se forman por tríadas, es decir, por intervalos de tercera respecto a una nota fundamental (Do, Fa y Sol). Como te habrá llamado la atención, en el ejemplo puedes ver que aparecen dos acordes de Dominante. El segundo de ellos será el que nos acostumbraremos a utilizar y se denomina séptima de Dominante (o Dominante con séptima) de ahí que se cifre con dos signos adicionales a la D de Dominante, como son el 7 por ser un acorde de séptima, y la cruz “+” que significa que ese acorde posee la sensible. Si tocas ese acorde notarás cómo es disonante, y esto se debe a que la séptima del acorde (la nota Fa) genera una tensión que tiene que ser resuelta. Esto acarrea una serie de consideraciones especiales que se han convertido en normas que rigen la armonía. A pesar de ello, nosotros no profundizaremos en este asunto dejándolo para la asignatura de Armonía, aunque sí que es muy importante que te familiarices con la sonoridad propia de cada acorde.

Otra pregunta que te puede surgir es la siguiente: si antes vimos que íbamos a tocar los acordes en el piano utilizando cuatro voces (tres en la derecha y una en la izquierda) y los acordes están formados por tres notas solamente, ¿cómo se pueden tocar? La respuesta es sencilla, hay que duplicar la nota fundamental del acorde. Por eso, en los siguientes ejemplos donde trabajaremos los enlaces de los acordes de Tónica, Subdominante y Dominante con séptima, podrás apreciar cómo en el acorde de tónica el Do aparece dos veces, en el de Subdominante el Fa estará duplicado y lo mismo ocurrirá con el Sol en el acorde de séptima de Dominante. En este último acorde, al ser el único formado por cuatro notas, habiendo duplicado la fundamental, hemos suprimido la quinta; ese es el motivo por el cual la quinta del acorde (Re) aparece en negro en el ejemplo anterior. No te preocupes si te parece un poco extraño, todo ello obedece a una serie de normas armónicas que, como hemos citado previamente, te serán explicadas en profundidad en los cursos venideros de Armonía.

Una vez hemos conocido los tres grados principales de la escala y entendido que en cada uno de ellos es necesario doblar la nota fundamental para poder tocarlos a cuatro voces, procederemos a estudiar el enlace de acordes más básico, el formado por los acordes de Tónica, Subdominante, Dominante (con séptima) y Tónica.

En el piano este enlace se puede realizar desde tres posiciones. Como podrás observar en los ejemplos a continuación, en cada una de estas posiciones las notas del bajo que tocamos con la mano izquierda no cambian, pero sí lo hacen las tres notas que conforman las voces que tocamos con la mano derecha. Esto se debe a que, si el bajo cambiara, no estaríamos hablando de cambios de posición, sino de estado, pues si en un acorde la voz del bajo no toca la nota fundamental sino la tercera o quinta del acorde, nos referiríamos a que el acorde no está en estado fundamental sino en primera o segunda inversión, es decir, se habría producido un cambio de estado. Por el contrario, en los cambios de posición la disposición de las notas en las voces de soprano, contralto y tenor cambia, pero no así el bajo. A continuación, podrás comparar en un ejemplo la diferencia entre un cambio de posición y un cambio de estado, recuerda siempre que en los cambios de posición el bajo no varía, y en los cambios de estado sí:

Piano complementario. Parte I.

Teniendo presente la diferencia entre cambio de posición y cambio de estado, procederemos a explicar las tres posiciones que pueden adoptar estos enlaces.

La primera posición sería la siguiente:

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La segunda posición, por su parte, quizá sea la más pianística; es decir, la que mejor se adapta a la forma de la mano y menos movimientos de dedos nos exige:

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La tercera posición es un poco más incómoda que las dos anteriores y en ella, para llevar a cabo el enlace de Subdominante a Dominante, es necesario realizar un movimiento en paralelo simultáneo de los dedos 2 y 1 que aparece marcado con dos líneas en el siguiente ejemplo:

Piano complementario. Parte I.

Resulta normal que te cueste trabajo practicar estos enlaces de acorde, ya que posiblemente sea la primera vez que tocas tantas notas simultáneas a la vez. Para conseguir aprender bien cada una de estas posiciones es necesario centrarse por individualizado en el estudio de cada una de ellas y prestar mucha atención a la digitación señalada, ya que está especialmente indicada para realizar el menor desplazamiento de dedos posible. Una de las maneras más efectivas para asimilar correctamente estos enlaces con sus respectivas digitaciones consiste en tocarlos como si fueran arpegios. Sírvete de guía con los siguientes ejercicios para empezar a estudiar los enlaces en las tres posiciones:

En la primera posición, el primer acorde nos posiciona la mano sobre el teclado. Colocando el pulgar sobre el Do, el segundo dedo sobre el Mi y el cuarto sobre el Sol, tendremos colocados casi todos los dedos que intervienen en esta concatenación de acordes. Observa cómo tienes el dedo 3 encima del Fa y el quinto encima del La cuando haces el primer acorde arpegiado. El único dedo que se desplaza en este juego de enlaces es el pulgar, que pasa de la tecla Do a la tecla Si en el acorde de Dominante, y que se encuentra señalado en rojo para que seas consciente de que en ese acorde has de mover el dedo de su posición:

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Algo parecido ocurre en la segunda posición, donde al realizar el primer acorde ya tendrás situado al resto de dedos que intervienen en estos enlaces, a excepción del pulgar. Aquí, también es el dedo 1 el que se mueve de su posición inicial sobre la nota Mi a un Fa y, por ello, se encuentra marcado este cambio con un círculo rojo.

Piano complementario. Parte I.

Para finalizar, la tercera posición plantea un mayor movimiento de dedos que se señalan a continuación a través de tres pasos elementales:

• Tras tocar el primer acorde, el segundo acorde solo requiere de un cambio de posición del pulgar, que pasa de tocar Sol a tocar La.
• La unión del segundo y tercer acorde precisa de un doble desplazamiento, en paralelo, de los dedos 1 y 2. Así, mientras el 5 toca en ambos acordes un Fa y no se mueve, tanto el primero como el segundo dedo se desplazan a la tecla blanca que poseen a su izquierda, pasando de tocar La-Do, a tocar Sol-Si.
• Para concluir, el tercer acorde deja prácticamente colocados los dedos para la ejecución del acorde final. Aquí, tanto pulgar como el cuarto dedo ya están colocados encima de la nota, necesitando solo mover el segundo dedo de un Si a un Do.

Piano complementario. Parte I.

Interiorizar correctamente la disposición de dedos y conseguir tocar estos acordes sin necesidad de mirar a la partitura es un paso clave para empezar a trabajar los acordes en La menor. Como podrás apreciar en los siguientes ejemplos, la digitación que hay que emplear es exactamente igual a la presentada en las tres posiciones de Do Mayor, residiendo la única observación importante en el hecho de tener que tocar una tecla negra, un Sol# que actúa como sensible de la tonalidad.

Así, los acordes de Tónica, Subdominante y Dominante en La menor serían los siguientes:

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Al igual que ocurría anteriormente en Do Mayor, duplicamos la nota de la fundamental y, en el caso de la séptima de Dominante, suprimimos la quinta. Teniendo en cuenta estas consideraciones, la primera posición quedaría configurada con un pulgar en tecla negra en la mano derecha, algo que puede resultarte un tanto incómodo:

Piano complementario. Parte I.

La segunda posición, daría el siguiente resultado:

Piano complementario. Parte I.

Y, por último, la tercera posición tendría la siguiente disposición:

Piano complementario. Parte I.

Para aprender bien estas tres posiciones utiliza la misma estrategia de arpegiar los acordes que fue llevada a cabo con los acordes de Do Mayor. Utiliza estos ejemplos a continuación si crees que te pueden ser útiles para visualizar mejor el procedimiento de estudio:

La primera posición, al igual que pasaba con la de Do Mayor, nos deja colocados los dedos perfectamente sobre el teclado tras tocar el primer acorde. La única observación es también el pulgar, pues es el único dedo que ha de moverse —en esta ocasión— de la tecla de La a la de Sol#. Puede resultarte incómodo tocar con el pulgar en una tecla negra, pues esta tecla está situada en una posición más alta que la tecla blanca, es más estrecha y, sobre todo, es más corta, con lo cual deberás situar la mano más dentro del teclado para alcanzar una posición más cómoda.

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La segunda posición, te resultará más confortable. A grandes rasgos no presenta ninguna novedad en su realización respecto a la misma posición en Do Mayor, si exceptuamos el hecho de tocar el Sol#. Por ello es muy importante que tras el segundo acorde tengas colocada el cuarto dedo sobre esta tecla.

Piano complementario. Parte I.

La tercera posición presenta el característico desplazamiento 1-2 1-2 entre el segundo y tercer acorde. En este caso, el pulgar se desplazará una tecla blanca a la izquierda y el segundo dedo pasará de tocar La a tocar Sol#:

Piano complementario. Parte I.

Es muy importante que tu nivel de asimilación de estas posiciones sea tan alto que puedas ser capaz de tocar los distintos enlaces sin necesidad de mirar los ejemplos sobre el papel. Todo ello tiene una finalidad, pues como objetivo último está el de emplear estos enlaces de Tónica, Subdominante y Dominante en diversas combinaciones a la hora de acompañar distintas melodías. Para lograr esto es conveniente pasar al siguiente apartado, en el cual veremos modelos de acompañamiento basados en fórmulas rítmicas que te serán de gran utilidad cuando realices los ejercicios de armonía del apartado 5.

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