“[…] la idea de construir la forma musical como discurso sonoro y hacerla surgir, de unos pocos motivos, figura en Haydn y Beethoven (no en Mozart) entre los principios fundamentales de la sonata, como realización paradigmática del concepto clásico de música.
14.1. Los grandes maestros del Clasicismo
Como ya sabréis a estas alturas, las tres grandes figuras del Clasicismo musical son Haydn, Mozart y Beethoven. No se puede entender este periodo histórico sin sus obras, a la vez que no se podría entender el devenir de la historia de la música occidental sin ellos. Por lo tanto, resulta esencial acercarnos a ellos, y qué mejor forma de hacerlo que a través del análisis de sus obras.
Para reflejar hasta qué punto estas tres figuras estuvieron conectadas, unas palabras del pianista y musicólogo Charles Rosen:
«Al abandonar Beethoven su ciudad natal, en 1792, llevaba con él un álbum en el cual su mecenas, el conde Walstein, había escrito: “Marchas a Viena para ver realizados tus deseos desde hace tanto tiempo frustrados… Allí, y de la mano de Haydn, recibirás el espíritu de Mozart”. Lo cierto es que a Beethoven le hubiera gustado estudiar con Mozart. Al parecer algunos años atrás había estado en Viena, y su forma de tocar había impresionado vivamente a éste, pero Mozart acababa de morir, así que el joven Beethoven, que a la sazón tenía veintidós años, acudió junto a Haydn, quien, con ocasión de una visita suya a Bonn, le había animado a seguir adelante»1.
Los tres compositores marcaron todo un estilo en sus obras, a partir de la elaboración y desarrollo de sus lenguajes musicales. De hecho, Beethoven fue el impulsor hacia el estilo del Romanticismo, que se iniciará aproximadamente en el año 1810. A partir de ellos tres, se sientan las bases de la tradición compositiva austro-germana que impregnará la música occidental de forma imperante hasta casi finales del siglo XIX. Compositores como Franz Schubert, Félix Mendelssohn, Frédéric Chopin, Johannes Brahms, Piotr Ilich Chaikovski, Anton Dvorak, Camille Saint-Säens, César Franck, Jean Sibelius, Edward Grieg, Richard Strauss, Richard Wagner…, entre tantísimos otros, partieron de este legado y su escritura compositiva se vio influenciada bajo la estética austro-germana.
Así pues, vamos a centrarnos en el tema que toca. Vamos a analizar varias formas sonata de estos tres grandes compositores y ver en cada una de ellas y a través de ellas las características de cada uno de los autores. Comenzaremos por Joseph Haydn, considerado, como ya sabéis, como el precursor y padre de la forma sonata.
14.2. Joseph Haydn (1732-1809)
Compositor austriaco considerado el papá de la forma sonata. Pero no sólo eso, él fue el primero en establecer la obra sinfónica o de sonata en tres o cuatro movimientos (y cada uno de ellos en sus características estructuras).
Vivió durante casi toda su vida en Austria y desarrolló gran parte de su carrera como músico de la corte de la familia Esterházy de Hungría. El mecenazgo de esta familia rica y aristocrática le llegó a partir de la fama que adquirió en su juventud y le trajo estabilidad durante 30 años.
En 1790, un año después de la Revolución francesa, murió el patriarca de los Esterházy y su sucesor resultó ser un hombre sin interés por la música. Esto provocó el despido de la orquesta y la jubilación prematura de Haydn. Pero, el maestro vienés se trasladó a Inglaterra, gracias a la oferta de J. Peter Salomon, un empresario musical alemán que le contrató para dirigir sus nuevas sinfonías en la ciudad de Londres. Dichos conciertos se convirtieron en todo un éxito y fue una época muy fructífera para el compositor, en la que escribió sus conocidas Sinfonías de Londres (de la n.º 93 a la n.º 104, su última sinfonía).
Entre sus visitas a Viena durante este periodo, dio clases de contrapunto2 a Beethoven. Aunque este se mostró insatisfecho con la labor de su profesor y buscó la ayuda de otros. En consecuencia, la relación entre ellos se volvió tensa.
En la sonata que vamos a analizar de Haydn encontraremos una estructura de sonata monotemática. Se trata de la antecesora de la forma sonata que nosotros conocemos de la unidad 13. En la sonata monotemática habrá durante la exposición, un material temático igual (o muy parecido, que puede ser una frase a1 o varias frases: a1, a2, etc.) en el tono principal (Sección A), una transición y, seguidamente, el mismo material temático repetido en el tono de la dominante o relativo (Sección B). La Reexposición será de ambas secciones en el tono principal.
14.3. Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Mozart, el niño prodigio de la música por excelencia. Nació en Viena, en la ciudad de Salzburgo. Fue hijo de Leopold Mozart, músico al servicio del príncipe de la ciudad quien le enseñó y guió en sus primeros años con la música. Su historial musical es pasmoso: a los cuatro años tocaba el clavicordio y componía pequeñas obras de considerable dificultad; a los seis tocaba con destreza el clavecín y el violín; podía leer música a primera vista y tenía una memoria prodigiosa; a los ocho compuso su Sinfonía n.º 1 Kv. 16; a los nueve años compuso su primer oratorio (Die Schuldigkeit des ersten Gebotes, Kv 35); y lo dejamos ahí. Mozart es una fuente inagotable de datos absolutamente extraordinarios. Pero, lo dejamos ahí. Es evidente que su genio no era de este mundo.
Durante los primeros años de su infancia, Mozart ya fue expuesto al público, por interés de su padre, como si de una función de circo se tratase. Hecho que, desde luego, es cuestionable a nivel ético y moral desde la perspectiva actual. Y pronto se convirtió en todo un fenómeno social y musical. El resto de su vida lo tenéis a mano en cualquier búsqueda rápida por Internet y, además, lo estudiaréis en la asignatura de Historia de la Música. Nosotros nos vamos a centrar en dos de sus sonatas para piano. A través de ellas nos aproximaremos al análisis de su música.
14.4. Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Beethoven es uno de esos músicos que no necesita presentación. Considerado el gran arquitecto de la música. El director alemán Wilhelm Furtwängler decía de él:
«En Beethoven poetas y músicos no se encuentran cómodamente a medio camino. Esta es la razón por la que no pudo ser un lírico como Schubert, o un compositor de dramas musicales como Wagner. No porque fuera menos músico, sino porque lo fue más, más exclusivamente músico […]. El músico que había en él; no permitía que la forma textual de una palabra le dictara la forma de su música. Así, Beethoven se torna por completo él mismo sólo cuando puede seguir libre y exclusivamente la música y sus imperativos inmanentes»3.
Nace en Bonn, ciudad de Viena en 1770. Su legado musical abarca el Clasicismo y el inicio del Romanticismo y está conformado por 32 sonatas para piano, 9 sinfonías, conciertos (5 para piano, uno para violín y un concierto triple), una ópera, dos misas y un oratorio, diversas obras orquestales y música de cámara. De entre su repertorio, es casi obligada la escucha de su repertorio sinfónico. Las nueve sinfonías constituyen la mayor ejemplificación de su arte y su testamento musical. Son obras que cambiaron la historia de la música. En especial, sus sinfonías tercera, quinta y novena. Cabe señalar que las formas sonata que analicemos de Beethoven pertenecerán a su etapa clásica4.
14.5. En la música de cámara y sinfónica
La Forma Sonata, como ya se ha mencionado, no solo dominó los primeros movimientos de las sonatas para piano, también todo el repertorio camerístico y sinfónico. Pero este es enorme y sería imposible plasmarlo aquí. Es por ello que nos centraremos en las Sinfonías y en una formación camerística que, desde el Clasicismo, ha reinado sobre las demás. Hablamos del cuarteto de cuerda.
La evolución de la música de cámara no se puede concebir sin esta formación que consta de dos violines, viola y violonchelo. Con los 68 que compuso Haydn y los 20 de Mozart, esta formación se convirtió en un espacio de trabajo en la que los compositores se sentían cómodos para experimentar. Beethoven, al escribir sus 16 cuartetos de cuerda, lo situó definitivamente en el altar al que cualquier compositor posterior de los siglos XIX y XX quiso llegar y realizar su aportación personal.
Como ejemplos representativos, vamos a escuchar, por un lado, el lado más formal con Haydn y su Forma Sonata Monotemática en el primer movimiento de su Cuarteto de cuerda n.º 1, op. 77. Fue compuesto en el año 1799 y se trata de su cuarteto n.º 66. Por otro lado, la faceta más experimental de Mozart en su Cuarteto de cuerda n.º 19, Kv. 465, también conocido como Cuarteto de las disonancias.
- Cuarteto de cuerda n.º 1, op. 77 (1799) de Haydn
- Cuarteto de cuerda n.º 19, Kv. 465 “de las disonancias” (1785) de Mozart
Otros cuartetos recomendados:
- Cuarteto de cuerda n.º 3, op. 76 (1796-1797) de Haydn
- Cuarteto de cuerda n.º 23, Kv. 590 (1790) de Mozart
- Cuarteto de cuerda n.º 1, op. 18 (1799) de Beethoven
En cuanto a la sinfonía, este género también se desarrolló y nació a partir de los tres compositores clásicos. Escucharemos el primer movimiento de la Sinfonía n.º 1 en Do Mayor, op. 21 de Beethoven compuesta en el año 1800. Prestaremos atención a dos detalles. Primero, cómo Beethoven añade una pequeña introducción. Segundo, cómo realiza toda la exposición de la Forma Sonata (bitemática).
- Sinfonía n.º 1 en Do Mayor, op. 21 (1800) de Beethoven
Otras sinfonías recomendadas:
- Sinfonía n.º 104 en Re Mayor “Londres” (1795) de Haydn
- Sinfonía n.º 25 en Sol menor, Kv. 183 (1773) de Mozart
- Sinfonía n.º 3 “Heroica”, op. 77 (1803) de Beethoven
ANEXOS UNIDAD DIDÁCTICA 14
Audios recomendados
Algunas de las sonatas más relevantes e icónicas de los grandes maestros:
- Piano Sonata in E flat major n.º 62, Hob. XVI-52 (1794), de Haydn
- Piano Sonata in A major n.º 11, Kv. 331/300i (1783), de Mozart
- Piano Sonata in C major “Sonate facile” n.º 16, Kv. 545 (1788), de Mozart
- Piano Sonata in C minor n.º 8, op. 13 (1798), de Beethoven
- Piano Sonata in C sharp minor n.º 14, op. 27 (1801), de Beethoven
- Piano Sonata in F minor n.º 23, op. 57 (1804), de Beethoven
Como ya hemos mencionado, la sonata se siguió cultivando durante el siglo XX aunque bajo otras técnicas compositivas más allá de la tonalidad.
- Piano Sonata n.º 2, op. 14 (1912), de Sergei Prokofiev
- Piano Sonata n.º 3, op. 36 (1917), de Karol Szymanowski
- Piano Sonata n.º 2(1924), de Alexander Mosolov
- Piano Sonata n.º 4 (1948), de George Antheil
- Sonata per pianoforte (1942-43), de Ildebrando Pizzetti
- Piano Sonata n.º 2 (1947-48), de Pierre Boulez, escrita en un lenguaje serial, englobado en una escritura atonal.
- Piano Sonata n.º 1 “Christ and the fishermen” (1969), de Einojuhani Rautavaara
Lectura
Libro: Placer de la música
Autora: Manuel Roland y Elsa Barraine
Capítulo 17: Las formas musicales. La sonata y la sinfonía. [Págs. 165-172]
Complementos online
- Periódico La Vanguardia: Entrada Beethoven y el Clasicismo vienés
https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20201214/49858549222/beethoven-clasicismo-vienes.html - Periódico ABC: Artículo: El humor es fundamental en la obra de Haydn y Stravinski, por Pablo Meléndez-Haddad
https://www.abc.es/cultura/abci-humor-fundamental-obra-haydn-y-stravinski-200104100300-23948_noticia.html